
En un contexto económico marcado por el aumento sostenido de los precios, los consumidores están adoptando estrategias de gasto más conservadoras, priorizando lo esencial y reduciendo el consumo de productos no indispensables. Este fenómeno, conocido como survival spending (gasto de supervivencia), refleja cómo la inflación está redefiniendo los patrones de compra en todo el mundo.
Según datos de Focus Economics, a finales de 2022 la inflación mundial alcanzó un máximo cercano al 9%, afectando especialmente a economías emergentes. Este escenario ha llevado a los hogares a ajustar sus presupuestos, optando por marcas más económicas, compras al por mayor y la reducción de gastos discrecionales.
¿Qué es el survival spending?
El survival spending se refiere a la tendencia de los consumidores a priorizar productos básicos (alimentos, medicinas, servicios esenciales) mientras recortan gastos en categorías como entretenimiento, viajes y artículos de lujo.
Un estudio de McKinsey & Company (2023) reveló que:
– 65% de los consumidores a nivel global están comprando marcas más baratas.
– 48% ha reducido gastos en ocio y restaurantes.
– 32% está posponiendo compras no urgentes, como tecnología o ropa.
Este comportamiento no solo afecta a familias de bajos ingresos, sino también a clases medias que ven disminuido su poder adquisitivo.
Factores que impulsan esta tendencia
A. Inflación y pérdida del poder adquisitivo: La subida de precios en alimentos, energía y vivienda ha erosionado los salarios reales. En América Latina por ejemplo, la inflación en alimentos superó el 12% en 2023 (CEPAL, 2023), obligando a los hogares a destinar un mayor porcentaje de sus ingresos a la canasta básica.
B. Endeudamiento y tasas de interés altas: Para combatir la inflación, muchos bancos centrales han elevado las tasas de interés, encareciendo los créditos. Según el FMI (2023), el aumento en los costos de financiamiento ha llevado a una contracción del consumo en economías desarrolladas.
C. Incertidumbre económica: La percepción de un futuro económico inestable hace que los consumidores ahorren más y gasten menos. Un informe de NielsenIQ (2024) señala que las personas prefieren ahorrar antes que hacer compras impulsivas.
Impacto en los mercados y las empresas
El survival spending está transformando industrias enteras:
– Retail: Aumenta la demanda de marcas propias (private labels) y descuentos. Empresas como Walmart han reportado crecimiento en ventas de productos básicos. Infobae
– Lujo y ocio: Sectores como turismo y restaurantes enfrentan menor demanda.
– Tecnología: Los consumidores retrasan la renovación de dispositivos.
¿Hacia dónde va el consumo?
Expertos prevén que esta tendencia se mantendrá mientras persistan presiones inflacionarias. Sin embargo, surgen nuevos comportamientos:
– Compras inteligentes: Uso de cupones, cashback y comparadores de precios.
– Segunda mano y reutilización: Crecimiento de plataformas como Milanuncios y Wallapop.
– Foco en durabilidad: Los consumidores prefieren productos más duraderos aunque sean más caros a largo plazo.
El survival spending es una respuesta directa a la inflación y la incertidumbre económica. Mientras los precios sigan altos, los consumidores seguirán ajustando sus hábitos, lo que obliga a las empresas a adaptarse con estrategias de precios, promociones y enfoque en valor más que en lujo.
Fuentes: Focus Economics, McKinsey & Company (2023), CEPAL, 2023, FMI (2023) Perspectivas de la economía mundial, NielsenIQ (2024), Infobae
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